Tips para viajar con un bebé a Disney (y no morir en el intento)

Ali y papá en castillo

¿Cómo se les ocurre llevar a la bebé a Disney? ¡No tiene ni un año, no se va a acordar de nada! Ese y otros comentarios similares son muy probablemente con los que se toparán los papás de niños menores de 4 años que quieran hacer un viaje a este destino. Todos bien intencionados y tratando de prevenir a los papás de cometer el “error” de vivir con sus hijos una experiencia que no les quedará en su memoria por su escasa edad.

Desde que nuestra hija tenía unas pocas semanas la hemos llevado numerosas veces a la playa, al bosque, a museos, zoológicos y otros lugares de recreo. Incluso inspirada en estos momentos que hemos compartido escribí hace un tiempo un post acerca de 7 de los mejores lugares para pasear con bebés en mi país. ¿Se recordará ella de eso cuando tenga 15 años? Probablemente no, pero sin duda alguna ha disfrutado cada momento, y nosotros como papás también hemos gozado de verla tan feliz y de el descanso mental y físico que brinda salirse de la rutina, en especial con una bebé tan pequeña.

Cuando estaba embarazada de mi bebé hice un corto viaje con mi esposo (nuestro último estando “solos”) a Orlando y una de nuestras paradas fue Disneyworld. Tenía en ese momento casi 20 años de no poner un pie en “territorio Disney”, y lo disfruté como nunca, a pesar de nuestra edad. Desde ese momento supe que quería regresar con mi hija estando ella bien pequeñita y verla descubrir ese mundo de colores y personajes. Así que organizamos el viaje para cuando nuestra hija tenía 11 meses.


De los viajes en avión y los momentos en el aeropuerto se pueden hablar mil cosas, pero eso lo dejaré para un post aparte. En este lo que deseo compartir es un poquito de lo que aprendimos para hacer el paseo a los parques más fácil con bebés y de como maximizar el tiempo y la diversión. Lo primero que hay que saber es que los niños menores de 3 años no necesitan pagar entrada a ninguno de los parques, por lo que solo se debe pensar en la entrada de los adultos y niños mayores de esa edad (quienes pagan una tarifas especial).

Baby Care Centers

Todos los parques de Disneyworld tienen un baby care center. Este es un lugar amplio y con aire acondicionado con salas distintas para cambiar los pañales y ropa de los bebés (los cambiadores de los baños son por lo general muy incomodos y duros), microondas para calentar comida, sillitas altas de comer, baños y una comodísima sala de lactancia con mecedoras. Esto era genial para mi hija que se distrae muy fácilmente cuando está amamantando y nos permitía un delicioso “break” de los molotes del parque. También muchas mamás usaban la salita para sacarse leche pues sus bebés recién nacidos se habían quedado en el hotel con papá/abuelos mientras ellas paseaban con el hermanito mayor.

Estos centros están visibles en todos los mapas y además tienen a la venta agua, comida para bebés, pañales, toallitas húmedas, chupetas y fórmula. Son una verdadera salvada y un éxito.

Reservaciones, reservaciones, reservaciones 

Tan importante es reservar en Disney que lo escribí 3 veces jajaja. Existen un par de tipos de restaurantes a los que se puede ir en los parques: quick service y table service. En los quick service uno hace una fila de pie, pide su orden, y luego encuentra un campo en las mesas de alrededor y disfruta su comida. Es algo así como un restaurante de comida rápida y son súper populares en papás con chicos más grandes que necesitan comer algo rápido para seguir disfrutando de los juegos. Los table service son restaurantes con menú a la carta y mesero, que en nuestro caso nos permitían sentarnos tranquilos a comer con la bebé. Este tipo de restaurante pasa lleno, entonces si es vital reservarlo con anticipación, desde que se planea el viaje. Hay opciones para todos los gustos e incluso en internet se pueden encontrar calificaciones para cada uno de los restaurantes, pero el que más disfrutó la bebé fue el Coral Reef Restaurant en Epcot que está adentro de un acuario enorme… estaba como hipnotizada con los peces, tiburones, tortugas y manta rayas.

Es importante saber que si usted o su bebé (como la mía) tienen alguna alergia alimentaria, en Disney son sumamente cuidadosos con el tema y ofrecen opciones libres de alergenos tanto para adultos como para niños. En los puestos de snacks donde venden los helados también le pueden brindar una lista de ingredientes de lo que ofrecen a la venta para descartar alergenos.

Otra cosa que es bueno reservar (por salud mental y tiempo) cuando se va con bebé a los parques son las atracciones utilizando el servicio de Fast Pass. Esto permite escoger el momento del día en que se visitan 3 atracciones (en una ventana de 1 hora) y no hacer filas eternas para ingresar (el tiempo es oro cuando uno anda con bebés). Luego de haber redimido los 3 Fast Pass uno puede ir a quiosco a elegir de una en una otras atracciones para ir. Esto también sirve para que los papás gocen los juegos “de grandes” (como montañas rusas y casas embrujadas) , porque en esa ventana de una hora puede perfectamente entrar mamá mientras papá cuida a bebé y luego hacer un cambio.

Sí, ellos disfrutan las atracciones también 

Una de las mayores dudas de llevar a un bebé a Disney es si lo va a disfrutar, o si le parecerá demasiado abrumador y más bien le asuste. Todas esas preocupaciones fueron en vano. La bebé bailó, se rió a carcajadas y la pasó súper bien. Creo que fue una combinación entre ver tantos niños (los chicos pequeños se atraen entre si), la música y los colores.

En Magic Kingdom la pasó de lo lindo en “It’s a small world” y en “The Many Adventures of Winnie the Pooh”, y viendo los desfiles. En Epcot en “The seas with Nemo and Friends” y “Turtle Talk with Crush”.

 

También la llevamos a ver a algunos personajes como Tinkerbell, Minnie y Pluto. Ahí un “truco” de mi esposo nos sirvió de maravilla, pero para entenderlo debo contar que mi hija ocasionalmente ve los cortos de “Minnie’s Bowtique” cuando ocupo cambiarle un pañal y ella quiere huir, o para comprarme minutos de tiempo en una situación incómoda para ella (sí, conozco del controversial tema de los bebés y las pantallas pero bueno, no soy una mamá perfecta) y ella ama la canción del inicio. Cuando llegó el momento de conocer a Minnie él le puso la música y Minnie empezó a bailarle… Casi se desmaya de la contentera, puso una cara de impresión lindísima y pasó el resto del rato aplaudiendo de la emoción.


Por último (no necesariamente acerca de Disney), creo que la vida es para vivirla en el presente. A uno siempre le gustaría pensar que en el futuro puede hacer un montón de planes con sus hijos, pero nadie nos puede garantizar que en el futuro tendremos la misma salud o las mismas oportunidades o el mismo tiempo. Por eso, si usted desea hacer un viaje o vivir una aventura y tiene los recursos y las ganas de hacerlo, no se limite por la edad de su bebé (mientras esté cómodo y bien cuidado). A fin de cuentas si dentro de unos años no lo recuerda, usted siempre podrá mostrarle las fotos de lo bien que lo pasaba con sus papás cuando estaba chiquitito.

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