Las 5 cosas que desearía haber conocido de la lactancia antes de que naciera mi bebé

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Este es un post pro lactancia materna. Eso no quiere decir que sea un post en contra de la lactancia artificial. Decir que estoy en contra de la lactancia artificial sería algo absurdo, ya que desde casi recién nacida tomé solo fórmula. Igualmente mi esposo, mi hermana y mucha gente inteligente, sana y feliz que conozco. Tampoco significa que piense que las mamás que no han dado lactancia materna a sus hijos (por cualquier razón que sea) sean “menos mamás”, algunas de las mejores mamás que conozco han dado lactancia artificial o mixta a sus hijos, y son mamás espectaculares, que me han enseñado lo que es amar incondicionalmente a un hijo y cuyos consejos valoro como el oro. ¿Por qué empiezo el post así? Bueno, pocos temas son tan polarizantes como este de la alimentación de los bebés, y cada vez que se menciona en un grupo, foro o blog toca fibras muy profundas en la mamás; después de todo, ¿quién no quiere darle lo mejor a sus hijos?

¿Por qué lo escribo entonces? Porque la lactancia es algo de lo que vale la pena hablar, es un asunto de salud pública y porque muchas madrugadas en mis primeras semanas como mamá buscaba en distintas fuentes respuestas para todo y en esta era digital muchas las encontraba en blogs de personas que habían pasado por lo mismo. Encontraba consuelo en saber que no estaba sola y que otra gente había recorrido ya el mismo camino. Porque en mi círculo no existía una “cultura de lactancia” y yo no tenía un grupo de mamás que me enseñaran a dar teta, o que me dijeran que esperar.

Una vez una señora amiga me dijo “dar de mamar es lo más lindo del mundo” y 8 meses después coincido con ella en un 100%, sin embargo se le olvidó decirme que al principio no siempre se iba a sentir así. Al principio iba a dudar hasta de mi propia sombra y tendría sentimientos encontrados en muchas ocasiones mientras que se acomodaba el desorden hormonal post parto, y mientras que encontraba esa fuerza en mí para decir “esto lo quiero hacer, sí vale la pena y no estoy sola”.

Hay 5 cosas que de haberlas sabido, habrían hecho todo más fácil. Por eso hoy las comparto, para que quien lo lea pueda encontrar en ellas apoyo y pilas para seguir sus instintos y escuchar a su bebé.

1. La lactancia tiene que ser A DEMANDA

Si si, yo se que este consejo se puede leer en cualquier libro, curso de preparación para el parto o foro de bebés del mundo. Pero rara vez alguien se dedica a explicar que significa realmente eso. Recuerdo salir del hospital con la idea de darle aproximadamente cada 3 horas y nunca más de 20 minutos porque sino “me estaba agarrando de chupeta”. En mi opinión no hay un consejo más dañino para establecer la lactancia que ese. Al incio lo seguí al pie de la letra, luego empecé a hacer “mi versión” (si había pasado como 1 hora y media o 2 horas desde que mamó le volvía a dar) y luego leí más y más y lo mandé por un tubo todo. Puede ser cierto que los bebés necesitan comer en promedio en intervalos de 2 a 3 horas pero ¿quién dice que un bebé sólo mama para comer? Para los bebés el pecho es una de las formas de conectarse con mamá, de tocar base en el mundo tan grande al que acaban de entrar. Se despegaron de mamá y ocupan pegarse otra vez, sea para comer, confort, chupetear ¿a quién le importa?.

Antes de tener a mi hija me imaginaba que yo iba a ser súper estricta con los horarios para tener una vida muy estructurada y bien planeada. Por supuesto que esto es un absoluto chiste y que nada puede ser meticulosamente planeado con un bebé… De vuelta a la realidad, sí he logrado establecer con bastante éxito rutinas para siestas y la hora de dormir, pero el pecho en mi casa no tiene hora. Ningún otro mamífero se fija en el reloj para dar de mamar en una hora “normal”, lo dan cuando su cría lo necesita. Esto no hace bebés malcriados, tiranos o glotones; esas son ideas locas y muy recientes.

Seguir horarios estrictos es una de las razones por las que la lactancia fracasa, o por las que una mamá llega a sentir que no tiene suficiente leche, cuando en otras circunstancias podría haber dado de mamar sin problema. Además es una gran fuente de frustración las primeras semanas. Recuerdo pasear a mi hija por toda la sala de la casa porque hacía una hora había comido (o sea, en mi mente no podía tener hambre) y revisar por qué estaba llorando. Me preguntaba si tendría el pañal mojado o sucio (no), si tendría un gas (no), si tendría frío o calor (de nuevo no) y me convencía de que seguro lloraba porque los bebés lloran y listo. Hoy sabiendo lo que sé estaría casi segura de que lo quería era mi pecho, o por lo menos lo habría ofrecido con mucha más frecuencia. Ojo que para seguir esto es muy importante hacerse de hierro porque inevitablemente llegarán las preguntas ¿está comiendo OTRA vez? ¿no será que tu leche no le sustenta?. Y esas si que lo hacen a uno sudar la gota gorda al inicio.

2. No todo es como al inicio

Que la lactancia sea natural no quiere decir que sea súper sencilla; el inicio es cansado, confuso y hasta a veces doloroso. Uno no sabe lo que está haciendo, el bebé medio sabe lo que está haciendo y hay un coctelazo de hormonas suficiente para hacer perder hasta el más cuerdo la razón. Pero no es así para siempre, lo prometo. Mamá de bebé recién nacido que quiere con todo su corazón dar de mamar pero que está pensando en renunciar en las primeras semanas porque duele, o le cansa o cree que cualquier cosa sería más sencilla: le prometo que mejorará. De todo corazón hoy le puedo decir lo que a mi me dijeron: la lactancia es una belleza. Va a llegar un momento en el que su bebé le sonría cuando vea su pecho y usted se derrita de amor y van a ser por unos minutos uno solo otra vez como cuando estaba en su pancita. No pase por esto sola, busque consejo de gente que quiera lo que usted quiere y piense como usted piensa. Esto me lleva a mi próximo ítem.

3. No subestime la ayuda de “la tribu”

Uno de los términos que más me gusta de todo lo que he leído con respecto al tema es el concepto de la tribu materna. La maternidad no está hecha para llevarse sola, realmente se requiere de una tribu para que todo funcione, y esas personas deben estar en sintonía con los deseos e instintos de la mamá para que todo fluya.

No subestime nunca la ayuda de una consultora de lactancia, o de los grupos de mujeres que se reunen a hablar del tema y compartir. Ellas son estudiosas del tema, tienen años de experiencia, saben como solucionar todos los problemas que ocurran o por lo menos saben acompañarla mientras que usted los soluciona.

Si tiene tías, abuelas o amigas que han tenido relaciones de lactancia exitosas hay que rodearse de ellas. Hágase un buen favor y no escuche historias de terror ni asuma que la habilidad para dar de mamar es algo de familias o heredable. Cada persona es distinta. Cada mamá tiene derecho a intentarlo y vivirlo en carne propia.

4. Normalizar la lactancia nos corresponde a todas

Parece absurdo que se tenga que hacer esfuerzos por “normalizar” algo que es tan natural, sin embargo todavía hay personas a las que se les hace extraño que los bebés mamen de sus mamás, en especial en público. Para la sociedad los pechos están muy bien siempre que estén en un contexto sexualizado ¡Dios guarde alguna mujer los use para lo que fueron biológicamente creados!

Pues eso nos toca a nosotras cambiarlo de la manera que más cómodas nos sintamos. Yo he aprendido a dar pecho en la playa, en el bosque, en aviones, en parqueos, en privado, en público, en donde sea que mi bebé estemos cómodas y esté felices. Eso no es exhibicionismo, es sentido común. Nadie manda a un adulto a comer al baño ni lo obliga a apartarse del contexto social cuando necesita una merienda, no hagamos lo mismo con los bebés. Nos corresponde a nosotros conversar del tema y crear espacios para la lactancia. La cosa de taparse o no taparse, apartarse o no apartarse para dar de mamar debe únicamente depender de la mamá y el bebé.

5. El destete es nuestro

El momento de destetar es suyo y de su bebé, es una de las decisiones más privadas que pueden existir. La Organización Mundial de la Salud recomienda dar de mamar por 2 años o hasta que la madre y el niño lo quieran. La Asociación Americana de Pediatría es más conservadora y habla de 1 año. Muchas mamás se ven obligadas a destetar antes de lo que deseaban por alguna situación personal urgente, otras se fijan metas (como yo al inicio) y cuando ven que esa meta se acerca se dan cuenta que ni ella ni el bebé están listos para parar. No hay ninguna edad en la que la leche materna sea dañina, no hay ninguna edad en la que dar pecho sea “por vicio”, no hay ninguna edad en la que la leche materna sea “agua” y no tenga valor nutricional. Eso no lo digo yo, lo dice la ciencia. Si usted desea dar teta a su bebé por unos cuantos meses y está convencida de eso, hágalo así y tenga la satisfacción de que le dio por un tiempo una verdadera “superfood” a su hijo, porque en la lactancia cada gota cuenta. Si usted como yo se inclina más hacia un destete natural y gradual no deje que nadie la convenza de lo contrario. En resumen la presión no debería de existir ni para dar más ni menos de lo que usted y su bebé deseen.

Y esas son las 5 cosas que yo desearía haber conocido de la lactancia antes de que naciera mi bebé. Espero de corazón que este post llegue a alguna mamita o futura mamita que lo necesite. A todas las mejores vibras y bendiciones en esta aventura de ser mamá.

Si te sentiste relacionada con este post, escribí uno nuevo que quizás te podría ser útil también. 5 mitos comunes que podrían afectar tu lactancia. 

6 thoughts on “Las 5 cosas que desearía haber conocido de la lactancia antes de que naciera mi bebé

  1. Roci June 12, 2015 / 5:04 pm

    Braaaavo Glori!!! Hermosa reflexión, ser mamá es un trabajo difícil, que lindo relacionarse con personas positivas que compartan su experiencia😘

  2. Margot August 11, 2015 / 8:10 pm

    Muy bueno! Por favor siga me mandando informacion sobre el tema, soy mama primeriza, y toda información sobre la lactancia bienvenida sea!

  3. marian September 13, 2015 / 4:12 pm

    Muchas gracias por este post! Comparto punto x punto especialmente el primero pq tengo un bebe de 20 días y x mi mente ha pasado todo lo q comentas, eso de querer abandonar por cansancio, preguntarte. Si es suficiente, y borrar esas ideas q tenias cuando estabas embarazada de comer cada 3 horas o no meterlo en tu cama. Ahora poco a poco nos hacemos el uno al otro, aunque nos queda mucho x aprender, solo confió en lo q comentas q todo pasa y que luego se disfruta al máximo. muchas gracias

  4. gachi September 13, 2015 / 7:47 pm

    me encanto!!! muchas gracias!!! soy mama de un varoncito de 9 meses…. y puedo decir con mi experiencia, que fue tal cual…. todo esto que mencionas cada cosa!!!! el disfrute llega cuando nos acomodamos todos… lo primordial es la necesidad fisiologica de nuestros hijos!!!! gracias!!!!

  5. Xiomara Muñiz September 15, 2015 / 5:49 pm

    Me encantó! Gracias por compartir tu experiencia! Me ayudó mucho este post! 😀

  6. Monika September 18, 2015 / 4:45 am

    Me llego como anillo al dedo es mi segundo bebe y me creerran que se me olvido todo y esta renegando de dar ceno desesperada por ese coktail de hormonas jejeje bendito Dioss que compartiste muchas gracias eeh Igual mas bendiciones para ty….

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